La Madre Tierra nos da los alimentos
necesarios. Es sabio nutrirse despacio y sin excesos, con los alimentos propios
del lugar y de la estación.
3. SABER DORMIR
Para descansar y renovar energías es bueno aprender de
la Naturaleza, que es regular en sus horarios. Y deja a Dios la preocupación
por todo.
4. SABER DANZAR
Toda actividad pide ser realizada como en
danza con dimensión espiritual, es decir, entrando en relación de armonía con
el cosmos.
5. SABER TRABAJAR
El trabajo bien entendido y vivido no es
sufrimiento, sino alegría; estamos llamados a realizarlo con pasión e
intensidad.
6.
SABER MEDITAR
El
silencio de uno conecta con el silencio del entorno y de la vida, como
consecuencia, se abre paso la paz.
7.
SABER PENSAR
Se
piensa bien cuando se hace con todo el ser. "Sin perder la razón,
caminemos la senda del corazón", dice la sabiduría Aymara.
8.
SABER AMAR Y SER AMADO
El
respeto a todo lo que existe genera la relación auténtica. El aprendizaje
principal de esta vida es el del amor: dejarse amar y amar sin miedo.
9.
SABER ESCUCHAR
Escuchar
es mucho más que oír con los oídos. Es percibir, sentir y acoger con todo
nuestro cuerpo. Si todo vive, todo habla también.
10.
SABER HABLAR
Hablar
bien es hablar pensando y sintiendo bien. Es entonces cuando hablamos para
construir, para aportar, para alentar y para ayudar.
11.
SABER CAMINAR
El
que sabe caminar no se cansa. Sabe que no va solo: camina con el aire, con la
Tierra, el Sol, con los antepasados, con todos los seres... con Dios.
12.- SABER
DAR Y RECIBIR
En la vida todo fluye. La vida es así, porque
Dios es así. Acogida y don. Gratitud y entrega. Dar gratis lo que recibimos
gratis, en gozo y libertad.
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