El campo de mi
alma era una estepa
En noche solitaria
y otoñal,
Mi corazón
latiendo parecía,
Un reloj
olvidado en un desván.
Del tic tac de mi pobre corazón,
Y mi vida se perdía en la mirada
Contemplando misteriosamente
A Dios.
Y una estrella apareció en el cielo
Y una alas me acarician con amor,
Y mi alma agradecida repetía:
¡ GRACIAS SEÑOR!


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