Cuando el hombre sale de sí mismo de este modo para
vaciarse en el amor a otro, hay ya en tal amor una imagen y semejanza de
aquel amor que aspira al todo: a Dios. Él que dos personas que se aman
experimenten en este amor el más radical dolor o el supremo gozo,
dependerá en realidad de que comprendan que en su amor hay latente otro
amor enteramente distinto, que pugna por salir a luz; dependerá de que
los dos tiendan a una a Dios o, más aún, que allí en Él se encuentren. ( Karl Rahner)
La llamada de Dios
Dios llama hacia sí a toda la creación. Dios nos llama y decimos: ¡Aquí estoy!
Pero debemos llamarnos unos a otros a tener el coraje de ser libres, a hacer cosas que nunca nos atreveríamos a hacer.
A ser SOÑADORES REALISTAS...
Pero debemos llamarnos unos a otros a tener el coraje de ser libres, a hacer cosas que nunca nos atreveríamos a hacer.
A ser SOÑADORES REALISTAS...

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