En el momento en que dejamos a Dios, que hable directamente a nuestro corazón, se produce la verdadera transformación.
Cuando somos conscientes y descubrimos que Dios actúa en nosotras, todo tiene un valor espiritual. Esta espiritualidad es la que nos lleva a la plenitud de Dios. Es totalmente necesario este camino porque es el que nos lleva a ser lo que Dios espera de nosotros: personas únicas y en constante desarrollo y búsqueda. El conformismo es consecuencia de la frustración acumulada, haciendo lo que otros esperan que hagas.
Siempre es más fácil ir por caminos transitados... Pero ir más allá de los límites impuestos, en desacuerdo con las ideas dominantes te complica la vida, se te convierte en un remolino. Actuar siempre desde nuestra identidad, en verdadero diálogo con los demás, desde la experiencia de fe, con la energía que nos sostiene : LA TERNURA y el AMOR.
Amor es perdonar;
es comprender…
Amor es abrazarse a la cruz,
y morir y resucitar …
es comprender…
Amor es abrazarse a la cruz,
y morir y resucitar …


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