LA LIBERTAD MÁS IMPORTANTE ES LA LIBERTAD INTERIOR.
Consiste en actuar siempre de acuerdo con tu conciencia, con tu ser más profundo.
A veces encontramos condicionantes que nos impiden vivir en plenitud como personas y como grupo. Pero una vez que somos conscientes de los condicionantes, debemos saber actuar adecuadamente con total libertad. Lo peor que nos puede suceder es no ser conscientes de los condicionantes internos o externos. Los condicionantes de nuestros defectos , también condicionan la vida de los demás. Por tanto, para ser libres, tenemos que vivir "vigilantes". Esto supone querer vivir en plenitud, no ser conformista y mediocre.
Hay condicionantes que no podemos evitar y que influyen impidiendo que vivamos adecuadamente según nuestra conciencia e identidad. Si nos dejamos condicionar, nuestra libertad interior queda anulada, perdemos la paz y llegamos a esclavizarnos. Si tenemos que decidir, NO PODEMOS DEJAR QUE NOS BLOQUEEN LAS CIRCUNSTANCIAS EXTERNAS.
Esto tiene mucho que ver con la vivencia de la libertad y de ser una persona coherente.
No se trata de juzgar o condenar. " No juzguéis y no seréis juzgados. no condenéis y no seréis condenados" ( Lc. 6,37)
Tampoco se trata de quedar bien; se trata de construir un entorno mejor, de aportar algo de mis capacidades. No por egocentrismo, sino por el deseo profundo de que las cosas vayan mejor para todos. Forma parte de una gran responsabilidad sin esperar nada a cambio, aunque esto puede traer dificultades y amenazas.
Pero no tenemos que tener miedo a perder la imagen y a que nos retiren la confianza y el afecto. Los amigos verdaderos estarán siempre ahí, ayudándote a tomar buenas decisiones y a tomar conciencia a la hora de decidir para no equivocarte. Las amistades verdaderas nunca fallan.
Si sabemos decidir, creceremos en solidez y seremos eficaces en la ayuda a los demás.


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