HABLABA CON AUTORIDAD ( Mc.1,22)
- Cuando Jesús toma la palabra, sorprende a los que lo escuchan. Perciben que tiene autoridad, no poder.
- Su sostén, emana de su propia experiencia y se fortalece a partir de su relación con el fondo del fondo de su existencia.
- La gente escuchaba a Jesús, porque Jesús tenía, a su vez , capacidad de escuchar.
- Jesús se acercaba a las personas y no temía ser salpicado por sus angustias o incoherencias. Tan solo se acercaba y escuchaba sin juzgar, sólo tratando de entenderlas.
- Se retiraba y meditaba lo que había escuchado para comprenderlo todavía mejor y devolverlo interpretado. Por ello sus palabras tenían una densidad y una claridad en las que se reconocían quienes acudían a oírle hablar.
- Su libertad ante la Ley acabará costándole la vida. El orden establecido no pudo soportar la desautorización que suponía para ellos este escuchar a cada uno.
- La tentación de toda institución es ponerse a la defensiva y absolutizar su posición frente a los que cuestionan el orden establecido.
- Jesús era consciente de que había que evangelizar tanto la mente como el corazón .
- Como nadie está libre de caer en la arbitrariedad y en la autojustificación, hay que estar permanentemente abiertos y despiertos para que se purifiquen los criterios y las motivaciones, tanto personales como institucionales. PARA ELLO NECESITAMOS PALABRAS VERDADERAS..
- JESÚS DECÍA LO QUE PENSABA Y REALIZABA LO QUE DECÍA. Se atrevía a vivir según lo que había vislumbrado en los momentos de mayor claridad.
- De la unificación de su persona, emanaba una energía que despertaba el deseo de tener la misma autenticidad y la misma coherencia entre : PENSAMIENTO, PALABRA Y ACCIÓN.
(Tomado del libro de Javier Meloni" El Cristo interior")
AUTENTICIDAD
La palabra humana participa de la palabra de Dios. De esta forma, sana y libera

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