No tengas miedo de querer. No tengas
ni el temor de llorar ni de llorarte
¿Por qué ser murallón, torre o baluarte
trepando sobre inútiles arengas?
Desciende y echa a andar. No te detengas
que la vida es amor. Y amar un arte
que se sabe y se aprende. Y se comparte.
Simplemente no niegues. No intervengas.
Simplemente no niegues. No intervengas.
No te encierres. No cierres tu espesura:
no te quita entereza la dulzura
ni quedarás más pobre cuando has dado.
Vive en el redondel, el riesgo, el ruedo:
nunca se ama bastante o demasiado.
Julia Prilutzky Farny


No hay comentarios:
Publicar un comentario