ASUMIR RIESGOS , ACTUAR CON AUTONOMÍA, SUPONE:
- DOLOR
- CRÍTICA
- INCOMPRENSIÓN
El seguimiento de Jesús siempre provoca crisis. TENEMOS QUE RECUPERAR LA OSADÍA Y EL RIESGO QUE SUPONE LA FE.
¿CÓMO PODEMOS RESPONDER A TANTAS EXPLOSIONES QUE VIVIMOS?
¡¡¡CON EXPLOSIÓN DE AMOR!!! BUSCANDO EL BIEN, NO INDIVIDUALMENTE, SINO CON MIS HERMANOS. NOS VA LA VIDA EN ELLO.
Correr riegos, supone autonomía y la autonomía es señal de madurez. Nos dejamos conducir por nuestra propia brújula, personal y comunitariamente. ¿ Cuál es nuestra brújula?
Podemos centrar nuestra vida en nosotros mismos o en la voluntad e Dios. Esto supone el riesgo de ser narcisistas , encerradas en nosotras mismas o de ser responsables de nuestra vida.
Pero el riesgo, merece la pena, porque si nos dejamos llevar por la voz de la conciencia, por el impulso de Dios, POR NUESTRO CARISMA, solamente podemos ofrecer servicio haciendo el bien y buscando la verdad. esto no es fácil ni cómodo, porque supone correr riesgos.
La autonomía exige mucho y ofrece muy poco, excepto ser una misma.
La identidad de una institución, también depende de su autonomía. Mientras dependa de agentes externos, nuestros ideales e identidad, se pierden.
Sin una noción clara de autonomía , haremos muchas cosas, pero nos faltará la fuerza, el carisma para hacerlas realmente.
El miedo al fracaso, genera dependencia y es el enemigo mayor de la autonomía .Cuando nos dirigen nos destruyen .La autonomía es la manera más elocuente de decir que estamos vivas.
Reconocemos lo divino en todo nuestro ser. Somos un don de Dios para el mundo.
Sin autonomía , no hay madurez, hay conformismo y mucho sacrificio. Con autonomía se construye la Comunidad.


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